Las mujeres tenemos periodos, de días o hasta meses, en los que no tenemos mayor deseo sexual; no obstante, algunas optamos por tener sexo con las parejas aun sin realmente desearlo y más por compromiso u obligación. Hacer el amor, sin embargo va más allá del acto físico e implica una comunicación erótica que en la intimidad hacen de tu pareja tu mejor compañía.
Aunque no es cierto que los hombres siempre tengan ganas de tener sexo o que las mujeres por el contrario nos hagamos de rogar, es una realidad que muchas accedemos a tener relaciones sexuales aun cuando el deseo no está ahí. La obligación por “cumplirles” a las parejas, el temor de que ellos puedan aburrirse y dejarlas o la sensación de compromiso hacen que algunas mujeres tengan sexo sin sentirlo.
Hay elementos como la depresión, el estrés, las ocupaciones y los problemas en la relación que pueden afectar de manera negativa el deseo sexual, sin que esto implique que la mujer tiene algún tipo de disfunción, sino que está pasando por una situación o periodo específico en que su libido ha disminuido.
En el caso de las parejas donde la comunicación es constante y buena, puede que para ella sea más fácil expresar lo que le está sucediendo. Sin embargo, cuando las mujeres se encuentran frente a parejas poco comprensivas o han crecido en entornos machistas, la cosa es un poco más complicada. Para muchas ni siquiera es viable la opción de decir “no quiero” o “no tengo deseos” y otras tantas se dejan caer en la culpa de no estar siendo buenas parejas. Incluso existen casos de mujeres que acceden a conductas sexuales que no son de su agrado.
Es importante entender que el sexo es una comunicación entre dos individuos, con experiencias, sentimientos y problemáticas que no necesariamente convergen en el mismo punto en cada instante. Puede que haya momentos en los que la pasión intensa los sacuda a los dos simultáneamente, pero si no es así la comunicación sana y abierta es la mejor alternativa. Nadie tiene por qué hacer algo con lo que no se siente cómodo.
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