Pocos aparatos domésticos representan tan bien la utilidad de una tecnología asombrosa e incomprensible para la mayoría como el horno de microondas. Pero la conveniencia de estos artefactos que no faltan en ninguna cocina moderna (incluso en las de los restaurantes) no los salva de la polémica y los mitos urbanos sobre su peligrosidad y sus efectos nocivos para la salud.
Si haces una búsqueda en Internet, te encontrarás con sitios que describen cómo los alimentos preparados con microwaves causan cáncer, pierden nutrientes, afectan la producción de hormonas masculinas y femeninas, provocan deficiencias inmunológicas y afectan la salud en general. Pero aunque estas conclusiones sean verdaderas o falsas, debes informarte bien con fuentes confiables antes de tomar ninguna decisión. Eso sí, como con cualquier otra tecnología, es necesario tener en cuenta aspectos clave relacionados con la seguridad.
Estos son algunos tips básicos para usar el microwave sin descuidar tu salud y evitar accidentes:
• Cerciórate de que los recipientes sean apropiados para usar en el microondas. Muchas botellas, potes y otras vasijas de plásticos no están concebidas para aguantar esa intensidad de calor. Lee la información en las etiquetas y los paquetes, y si es posible, es preferible que pases la comida a platos de cristal.
• Antes de poner alimentos en el microondas, debes dejar el recipiente ligeramente destapado o hacer perforaciones en la cubierta o en alimentos como papas y salchichas, para dejar que salga el vapor y evitar que salpiquen o exploten.
• Usa toallas de papel para cubrir la comida, en lugar de las láminas de plástico que se pueden derretir con el calor.
• Rota y revuelve los platos con frecuencia para que el calor se distribuya por igual, y evitar así que unas partes se quemen y otras estén frías.
• Ten cuidado al calentar agua. Por un fenómeno llamado supercalentamiento, a veces el agua que se calienta en el microondas está a punto de ebullición aunque no lo parezca.
• No calientes leche materna en el microondas, al no poder controlar el calor, se destruyen muchos nutrientes y componentes de la leche.
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