viernes, 6 de marzo de 2015

Señales que te indican debes ir al ginecólogo


Mientras algunas personas van con tanta frecuencia al médico que parecen adictas a las batas blancas y los estetoscopios, otras ven pasar los años sin acercarse a un consultorio. Pero ya seas toda una hipocondriaca recreativa o te den fobia las camillas, los reconocimientos y los análisis, hay ocasiones en que lo más sensato para todas es recurrir a la ayuda de un especialista. Entre las urgencias, las visitas de rutina y las molestias “misteriosas”, estos son algunos momentos y señales que te indican que debes ir al ginecólogo.

Cuándo debes ir a ver a un ginecólogo?

- Acude a los exámenes pélvicos anuales y las pruebas Papanicolau y del virus de papiloma humano con la frecuencia recomendada para tu edad. Estas son medidas clave en la prevención del cáncer del cuello uterino. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, en los últimos 40 años los casos de cáncer de cuello uterino y el número de muertes por este tipo de cáncer han disminuido notablemente y esto se debe a que muchas mujeres se están haciendo los exámenes preventivos que detectan cualquier anomalía antes de que se convierta en cáncer.
 
- Sangrado entre un periodo y otro. Algunas de las causas comunes del sangrado irregular incluyen las fluctuaciones hormonales, bajos niveles de tiroides, estrés, infecciones o lesiones vaginales, abortos espontáneos y muchas más, no menos alarmantes. No dejes de ir al médico sobre todo si estás embarazada, si el sangrado está acompañado de vértigo, fatiga o dolor o si el sangrado es muy abundante. Deja de tomar aspirina si la estás tomando, haz reposo y comunícate con tu médico de inmediato.

- Cualquier tipo de secreción vaginal inusual o persistente. Todas las mujeres experimentamos algún tipo de secreción vaginal normal provocada por factores como la ovulación, el estrés emocional, la excitación sexual o el embarazo, pero hay ocasiones en que se puede alterar el pH de la vagina y provocar infecciones. Si percibes cambios en la apariencia, el olor o la frecuencia de las secreciones vaginales, debes consultar con un especialista.

- Sangrado después de tener relaciones sexuales. Nada te devuelve al mundo más rápidamente después del sexo como notar que tienes sangramiento vaginal. Y ninguna de las causas se pueden dejar de tomar en serio: clamidia, displasia del cuello uterino, enfermedades venéreas, vaginitis…

- Sospechas de contagio. Si tienes la más mínima duda de que tú o tu pareja puedan tener una enfermedad de transmisión sexual, no demores en acudir al médico. Una detección e intervención rápida puede significar más éxito en el tratamiento y la curación. Las causas de las ETS son los parásitos, virus y bacterias y entre las más comunes están la sífilis, la gonorrea, la clamidia, el herpes genital, el VIH/SIDA, el VPH y la tricomoniasis.

- Razones familiares. Si tienes historial familiar de enfermedades sexuales, incluyendo casos de cáncer de seno antes de la menopausia, debes visitar al ginecólogo con más frecuencia y seguir sus recomendaciones.

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