Las relaciones son tan complejas como los seres humanos y aunque en muchas ocasiones exista el deseo de tirar la toalla, también hay razones para no separarse y seguir con la pareja:
Amor y compromiso
El primero es la base fundamental de por qué muchas parejas permanecen juntas a pesar de los desacuerdos y problemas que puedan presentárseles. Por otro lado el compromiso que se da en la pareja también implica un compromiso personal. Antes de decidir separarse hay que tomar en cuenta qué es lo que los une y el nivel de compromiso que existe entre ambos.
Salud
Excepto en casos extremos de relaciones abusivas, las relaciones benefician la buena salud física y mental. Cuando existe una pareja que cuidar, las personas tienden a consumir menos alcohol, manejan de forma más segura y en general cuidan más de sí mismos que cuando están solos.
Separarse no es equivalente a ser más felices
Si las razones que llevan a la separación son las equivocadas, o se trata de un arranque del momento inspirado por alguna pelea o malentendido, seguramente la separación llegará como un suceso muy doloroso y lleno de arrepentimientos.
Pasajero
La molestia que generan los cuestionamientos sobre la durabilidad de la relación puede ser pasajera, por lo que terminar las cosas abruptamente sólo cerrará la puerta a que las cosas mejoren.
Más allá del enamoramiento
Es muy común que las parejas supongan que han perdido el amor por sus parejas una vez se agota la etapa inicial del enamoramiento. En realidad es en este punto cuando comienzan a formarse las bases sólidas de lo que será la relación a largo plazo.
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