¿Es el amor de tu vida?

Las mujeres tendemos a juguetear con una idea excesivamente romántica del amor y casi todas deseamos encontrar a un buen hombre con quien establecer una vida en pareja a largo plazo y, ¿por qué no?, una familia. Sin embargo, es este mismo deseo el que a veces nos nubla la mente cuando de elegir una pareja se trata. De igual forma heridas de relaciones anteriores o traumas de infancia pueden hacer que dejemos pasar a aquella persona ideal. ¿Cómo saber si él es el amor de tu vida?

1- No te hará daño. Aunque parezca evidente una persona que te ama no te hará daño ni emocional ni físicamente, a menos no de manera deliberada. Es decir, puede que un comentario que él haga hiera tu sensibilidad sin que sea su intención incomodarte, lo que no es aceptable es cuando el dolor es palpable y constante.

2- Te inspira respeto. Es imposible pensar en pasar el resto de tus días al lado de alguien a menos que lo admires como persona y estés de acuerdo con las elecciones que hace en términos de dinero, amistades, carrera, etc. Si bien es cierto que pueden existir discrepancias, dedicarse una vida entera a tratar de cambiar a alguien o permanecer al lado de una persona por miedo a la soledad o por lástima no es más que una pérdida de tiempo, para ambos.

3- Aceptación. Una cosa es el amor pasional, resultado de la atracción y variados elementos químicos y otra cosa es el amor serio y consciente. Pasar el resto de tu vida al lado de alguien es una elección, no el resultado del azar, por ende es muy importante que haya aceptación completa de quien el otro es. Aunque seguramente hay cosas que a él le molesten de ti, y a ti de él si se aceptan con amor, paciencia y conocimiento de que son seres humanos tendrán una base sólida sobre la cual avanzar.

4-Amor. Así parezca evidente, toma una gran dosis de amor (entendido como atracción, amistad y deseo de felicidad de la pareja por encima de todo) para que una relación funcione. El aspecto sexual por sí mismo se desvanece, las relaciones basadas en el dinero no son reales y quienes se sientan en la comodidad de lo conocido no se arriesgan a encontrar el verdadero amor.