Una sola frase contundente le dice mucho a una mujer. En el caso del artículo que publicó Your Tango, se expone que una mujer quiere que la escuchen: “Tell me more” (Dime más). Pero, aquí te damos 8 frases que una mujer ansía escuchar siempre. Esas que tienen un poder casi sanador.
1. Te amo. ¡Sí, esa frase le gana a cualquier otra que hayas pensado! Que te proclamen como la mujer que ganó su corazón es una emoción intensa. Además, de seguro quien te la dijo es tu gran amor. Así que el impacto es mayor.
2. ¡Qué buena estás! Puede sonar frívolo, pero no disimulemos. A todas las mujeres nos encanta cuando nuestra pareja, o un admirador -que te gusta, claro está- te dice lo bien que te ves, pero con énfasis. Si es tu pareja, es el mejor preámbulo para una noche de sexo.
3. Estás más flaca. Como aseveración, es una frase por la que trabajas a diario en el gimnasio, y con la que culturalmente, aunque sea triste decirlo, sientes aceptación. No importa el peso, las mujeres somos hermosas. Pero, cuando te dicen que bajaste unas libras, sientes casi que te pegaste en la loto. ¡Y si estabas a dieta, mayor es la alegría!
4. ¡Eres la mejor! Esto aplica para casi todo. Te convertiste en la mejor amiga que estuvo a su lado ante esa grave crisis; fuiste la mejor compañera de trabajo cuando la ayudaste a instalar el app que necesitaba en el Ipad para una presentación. Pero, si lo dice él cuando estén juntos en la cama, tus niveles de autoestima suben como la espuma de una copa de champagne recién servida.
5. Te extraño. Awwwwww. Esa frase provoca una ternura. De pronto, bajas toda la guardia, se esfuman los deseos de pelear porque siempre deja todo regado antes de salir de casa, pero cuando te lo dijo en su hora de almuerzo, ¡te hizo el día! De igual forma, si viene de tu padre que hace mucho no ves, una amiga que vive lejos o tu hijo, es como un abrazo directo al corazón.
6. Contigo da gusto trabajar. Es decir, reconocen tus habilidades, tu profesionalismo, tu entrega para cumplir las metas laborales. Asimismo, sabes comunicarte de forma elegante en un espacio de trabajo. Por tanto, eres una pieza clave para el funcionamiento de tu departamento.
7. Me encanta tu look. “¡Ay, gracias!”, sueltas intentando disimular la férrea alegría que sientes cuando -dentro de tu mente; ojo, solo ahí- te acaba de coronar como la mejor vestida, la más elegante o simplemente la más bella. Luego de eso, solo queda irte de Ladies Night a presumir tanta belleza.
8. ¡Eres tan buena! En los años de adolescencia no queremos que nadie nos exalte la bondad, la limpieza de alma, o la capacidad de pensar en otros por encima de ti misma. Pero, con el tiempo, es mejor ser la más buena, aunque algunos piensen que eres boba; déjalos confundidos. Es más lindo que te reconozcan porque eres de fiar, a que te quieran a medias por como eres.